Este otoño, los grupos de cárteles en guerra han hecho que las personas que viven en la ciudad fronteriza de Sásabe, Sonora, huyan para salvar sus vidas, cruzando la frontera hacia Arizona.
Sásabe, Sonora suele tener una población de unas 2.000 personas. Pero una mujer de la ciudad, que ahora vive con su familia en Tucson, le dice a KGUN que solo quedan unas pocas familias. La mayoría de los residentes de la ciudad dejaron atrás sus hogares y sus vidas.
La mujer habló con KGUN de forma anónima, porque teme represalias. Dice que había vivido en Sásabe, Sonora, durante más de una década antes de irse repentinamente este otoño.
“La ciudad estaba muy tranquila y tranquila, nadie molestaba a nadie, hasta ahora”, dijo a través de un intérprete.
Dice que eso cambió en octubre, cuando estalló una guerra entre grupos de cárteles. Describe tiroteos de varias horas y cadáveres abandonados en la calle después, convirtiéndose en comida para los animales.
“Algunas personas dejaron todo atrás”, dijo. “Sus casas, ranchos. animales y coches. Y la gente que cometió la violencia saqueó, se lo llevó todo”.
La mujer dice que ella y sus tres hijos pequeños pudieron salir de la ciudad y cruzar a través del puerto de entrada de Sásabe a Arizona.
Pero como la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) solo procesa a una familia al día, dice, docenas de otras familias abrieron un agujero en el muro fronterizo para escapar.
“Ahora estamos bien”, dijo. “Pero cuando llegamos aquí por primera vez, no podía dormir. Todavía me preocupa la gente en casa”.
La mujer dice que la preocupación es lo suficientemente fuerte como para no querer volver a casa pronto.
“No quiero volver a poner a mis hijos en esa situación peligrosa”, dijo.
Sus hijos ahora están inscritos en la escuela en Tucson, dice.
Voluntarios de Tucson continúan entregando comida para las personas y los perros que permanecen en la ciudad fronteriza de Sonora.
Dossierpolitico
