Maestros de Sonora critican no ser capacitados para responder a balaceras en escuelas pese al aumento de violencia en el estado

Maestros en Sonora criticaron a las autoridades educativas estatales por multar a un docente que realizó un simulacro para prevenir a estudiantes del nivel básico en caso de una balacera y por no capacitarlos para responder en caso de ataques armados en contra de escuelas.

La controversia inició cuando la Secretaría de Educación y Cultura (SEC) anunció hace una semana que reprobaba e iba a castigar a un profesor por organizar un simulacro para enseñar a sus alumnos cómo resguardarse ante detonaciones por armas de fuego.

“Las improvisaciones confunden, vulneran y exponen en redes sociales la integridad de menores de edad, algo que no permitiremos”, manifestó la SEC en un comunicado.

Sin embargo, los maestros critican que nunca han recibido capacitación ni ensayado estos protocolos para riesgos en seguridad pública en el estado, que ocupa el séptimo lugar nacional en homicidios absolutos en 2022, con mil 284 asesinatos registrados por el gobierno federal hasta septiembre.

“A nosotros nos dan algún tipo de capacitaciones, por ejemplo para simulacros, pero en realidad ese tipo de capacitaciones para atentados de este tipo, pues no, nosotros no tenemos una indicación a seguir realmente”, declaró a EFE la maestra Leslie Godoy en la primaria “Mario Silva Cortés”.

La profesora da clases en una zona escolar donde sicarios ejecutaron a tres víctimas de manera reciente, por lo que le “parece muy bien y muy admirable del maestro que haya realizado eso (el simulacro) con los niños y pues aquí está la prueba de que se necesita”.

El maestro que realizó el simulacro con sus alumnos la semana pasada recibió apoyo de la sociedad y padres de familia tras la reprimenda de las autoridades.

Y el jueves pasado la ficción se volvió realidad cuando sicarios con metralletas acribillaron a balazos una camioneta junto a una zona escolar con tres planteles, lo que dejó un muerto y dos heridos.

De hecho, uno de los sobrevivientes huyó para esconderse en una escuela primaria, donde los niños se refugiaban pecho tierra mientras sonaban los balazos.

Esta no es la primera vez que en la zona escolar, que alberga una primaria, una escuela preescolar y una secundaria, los estudiantes y padres de familia tienen que esconderse de los choques entre grupos criminales.

Aunque los militares y la Guardia Nacional anunciaron un operativo, al día siguiente de los hechos no hubo vigilancia especial y los padres no enviaron a sus hijos.

Dossier Político