IMSS-Bienestar en Sonora, con equipo en mal estado e inoperante

“Falta de seguridad para el paciente y el usuario de los equipos, a consecuencia de rangos de operación en el límite de lo seguro”, reconoce el IMSS en diagnóstico interno.

EMEEQUIS.– En Sonora, el Programa IMSS-Bienestar arrancará con equipo médico en mal estado, inoperante e inseguro por obsolescencia y sobreuso en las unidades de primer y segundo nivel de atención, con “rangos de operación en el límite de lo seguro”, lo que provocaría diagnósticos incorrectos y baja calidad en el servicio médico.

Documentos oficiales del Instituto Mexicano del Seguro Social en poder de EMEEQUIS revelan que “se identifica que en las unidades médicas, los equipos médicos y no médicos se encuentran obsoletos y los equipos e instrumental médico que no se encuentran obsoletos, están en malas condiciones por  sobreuso, por lo que se les aumenta la característica de deficientes”.

“EN EL LÍMITE DE LO SEGURO” 

El 20 de mayo de 2022, el IMSS y el gobierno de Sonora firmaron el acuerdo para implementar la operación del programa IMSS-Bienestar en la entidad, para garantizar derecho a la salud a población sin seguridad social. 

De la transferencia de la operatividad de los servicios del estado de Sonora al IMSS-Bienestar, se identificó equipo en 190 unidades de primer nivel y en 13 de segundo nivel, cuya vida útil en promedio es de más de 30 años.

De primer nivel pasarán al IMSS los Centros de Salud Rural de Vícam, Punta Chueca, Bahía de Kino, Banamichi, Baviacora, Imuris, entre otros, y en segundo nivel los hospitales generales de Puerto Peñasco, Caborca, Navojoa, San Luis Río Colorado, Guaymas, Ciudad Obregón, Álamos, entre otros.

La deficiencias y el mal estado detectadas en los equipos médicos de las unidades médicas de primer y segundo nivel repercuten en la calidad de la atención médica a los sonorenses.

“(…) generan que en la actualidad se estén proporcionando para la población: Baja calidad en la prestación de los servicios de salud, ocasionada por la falta de disponibilidad de equipos médicos involucrados en el diagnóstico y tratamiento del paciente a consecuencia de no contar con insumos, funcionar inapropiadamente o estar fuera de operación por descompostura, falta de mantenimiento y/o sobreuso. Falta de seguridad para el paciente y el usuario de los equipos, a consecuencia de rangos de operación en el límite de lo seguro”, reconoce el IMSS.

En el diagnóstico realizado por el Seguro Social se acepta que cuando un equipo médico no se encuentra disponible para realizar un diagnóstico, tratamiento, procedimiento, ya sea a consecuencia de falta de insumos o de refacciones o de mantenimiento, “se compromete la prestación de servicios a la población produciéndose retrasos en citas, en proyecciones de cirugía, entre otros, que afectan finalmente la calidad y prontitud, así como la accesibilidad que la población, sobre todo la más necesitada, debe tener respecto de la atención a la salud”.

LA DISYUNTIVA: ¿MANTENIMIENTO O EQUIPO NUEVO?

En Sonora habitaban un total de 3.1 millones de personas, de las cuales, 1.9 millones (61%) cuentan con afiliación a régimen de seguridad social y 1.2 millones de personas (39%) son población sin afiliación a régimen de seguridad social, responsabilidad de los servicios de salud estatales.

Entre las principales causas de fallecimiento en el estado se encuentran las enfermedades del corazón, la diabetes, accidentes vehiculares, tumores malignos, enfermedades del hígado y las enfermedades cerebrovasculares.

Los equipos en las unidades médicas de Sonora son tan viejos que el costo del mantenimiento y las refacciones alcanzan casi el 50% del valor de un equipo nuevo. 

“El equipamiento médico de dichas unidades presentan altos niveles de obsolescencia, requerimientos de piezas o mantenimientos correctivos con altos costos de mantenimientos a los equipos médicos obsoletos en algunos casos de hasta un 40 por ciento del valor del equipo lo que hace completamente incosteable dichas acciones para las unidades médicas”, admite el IMSS.

En cuatro años del gobierno de la Cuarta Transformación, años del presidente Andrés Manuel López Obrador y dos años del gobernador Alfonso Durazo, no se han hecho inversiones importantes en equipamiento de las unidades médicas locales y que ahora administra el IMSS. Estos equipos ya cumplieron su vida útil de acuerdo a las normas mexicanas de salud.

“Las últimas adquisiciones importantes de equipamiento registradas en la entidades, correspondieron a asignaciones presupuestales federales mediante subsidios otorgados a los estados durante el periodo entre los años 2012-2015, y fue principalmente para equipo administrativo e instrumental médico y de laboratorio. Por lo que su tiempo de vida útil supera los 5 años establecidos en la normativa vigente y su valor actual se ha depreciado en un 100%, con cerca de 10 años de funcionamiento se considera obsoleto de acuerdo con los ‘Parámetros de Estimación de Vida Útil’ emitidos en el Diario Oficial de la Federación -DOF, 2012-”, indica.

El IMSS expone en el documento que los equipos obsoletos e inoperantes retrasan la atención e influyen en la calidad de la prestación del servicio de salud. 

El equipamiento ha rebasado su vida útil y requieren de constantes mantenimientos tanto correctivos como preventivos, lo que se refleja en una baja productividad, ya que al sacar de operación algún equipo, no se tienen los elementos necesarios para brindar los servicios médicos.

“En las instituciones de salud se ha evidenciado que en la actualidad los servicios médicos presentan en muchos de los casos saturación en los servicios médicos, derivado a la alta demanda de los mismos, por lo cual existe postergación en la atención para la población que llega a atenderse con algún padecimiento o complicación de salud, siendo uno de los principales factores que influyen en la postergación de servicios médicos, la falta de equipo médico en óptimas condiciones”, señala.

EL EQUIPAMIENTO 

En el primer nivel de atención, el IMSS identificó 2 mil 616 bienes con diversas problemáticas que dificultan la atención en 190 unidades médicas.

Las bancas tándem presentan daño en los asientos, patas de apoyo y rotura de diferentes partes de las mismas y actualmente resultan inadecuada para el uso de los usuarios de la unidad médica, a pesar de haber recibido en su mayoría, adaptaciones y arreglos que mejoraron la funcionalidad pero que en la actualidad ya no son viables para su uso.

Las básculas con estadímetros presentan daños y falta de funcionamiento al ser un equipo con una vida útil culminada y en algunos casos no están disponibles para poder funcionar; el esfigmomanómetro aneroide portátil, requerido para el control de la hipertensión, actualmente presenta daño o deficiencias en su operación, resultado de su uso continuo por más de 7 años en el servicio; los esterilizadores de vapor autogenerado, para la esterilización del instrumental médico utilizado en consultorios, actualmente presentan fallas en su funcionamiento y son necesarios para garantizar una atención médica; y tampoco funcionan correctamente los estetoscopio de capsula sencilla, los fonos detectores de latidos fetales y los refrigeradores para vacunas.

Además los estuches de diagnóstico hospitalario se encuentran incompletos por pérdida de algunos aditamentos o por daño por el uso; las mesas para exploración ginecológica presentan daño en el sistema mecánico para control de altura, además de diversas deficiencias en general; las mesas Pasteur por su nivel de obsolescencia presentan daño en sus estructuras; las mesas universales para exploración que en promedio con más de 10 años en los servicios resultan inadecuadas para el manejo del paciente para la auscultación de reconocimiento físico;

 “Los reanimadores de asistencia ventilatoria adulto, reanimadores de asistencia ventilatoria neonatal, reanimadores de asistencia ventilatoria pediátrica, que son necesarios para la atención de problemas respiratorias y de vigilancia de casos de importancia clínica y que en la actualidad se encuentran fuera de funcionamiento en las unidades médicas”, reconoce.

Para el servicio de hospitalización, partos y terapia intensiva se identificaron que las camas clínica hospitalaria de múltiples posiciones para paciente adulto, camas clínica múltiples posiciones para paciente pediátrico, cama obstétrica eléctrica para atención del parto amigable, cama para cuidados intensivos cuentan con vida útil concluida, en algunos casos es imposible modular la altura y posición de las camas, sin embargo, se siguen utilizando, lo que genera que los pacientes se quejan de malestares físicos e incomodidades. 

En cuanto a equipo auxiliar de diagnóstico, en las diversas unidades médicas hospitalarias “existe equipamiento obsoleto, que presentan continuas fallas y representan altos costos de mantenimiento”.

Las continuas fallas interrumpen en la prestación de estudios a través de ultrasonografía gineco obstétrico, unidad de anestesia, unidad de criocirugía ginecológica, unidad de electrocirugía, unidad estomatológica, unidad oftalmológica, unidad radiológica y ultrasónicas, “son equipos que requieren mantenimientos constantes lo que genera que se saquen de operación, o que trabajen de forma intermitente, por lo que los servicios médicos se ven afectados, ya que, cuando se sacan de operación se tienen que postergar los servicios proyectados”. 

El IMSS concluye que la problemática central es relativa a la deficiente calidad en la prestación de servicios médicos para la población, entre las cuales sobresale como una de las causas principales el “insuficiente, inadecuado y obsoleto equipamiento que prevalece en el estado para la atención de las personas sin seguridad social”.

La promesa hecha por el presidente López Obrador de que México tenga un sistema de salud como Dinamarca se ve aún distante, ya que en comunidades rurales en Sonora y otros estados se trabaja con equipo obsoleto y viejo, y en cuatro años no llegó la transformación, mucho menos la sustitución.