El día de hoy, mi hermano de 15 años JESUS BERNARDO GONZÁLEZ ALDAY, quien vivía con discapacidad, perdió la vida a consecuencia de un infarto cardiorrespiratorio. Desde temprana hora acudimos al área de urgencias del IMSS Guaymas, donde permanecimos alrededor de cuatro horas sin recibir atención médica por parte del personal del turno matutino.
Durante ese tiempo, su estado de salud se deterioró gravemente, sin que se le brindara la atención oportuna que pudo haber hecho la diferencia. Fue hasta el ingreso del turno vespertino que comenzaron a canalizarlo, cuando mi hermano ya no podía moverse ni hablar.
Lo más grave es que, en medio de esa desesperación, un médico llegó incluso a recomendarnos trasladarlo a otro hospital, argumentando que en ese lugar no se le daría la atención requerida y que, si llegaba otra emergencia, dejarían solo a mi hermano para atender a otros pacientes. Este comentario, además de inhumano, refleja la falta de compromiso y el abandono al que fuimos sometidos.
La omisión del deber médico y la indiferencia en el trato derivaron en su fallecimiento. Por ello, exigimos una investigación exhaustiva, la rendición de cuentas de los responsables y acciones inmediatas para evitar que otras familias vivan esta misma tragedia.
Solicitamos el apoyo de los medios de comunicación y la intervención de las autoridades competentes, para que este caso no quede impune y se haga justicia.
