Doña María se quedó esperando al gobernador en Fátima tres horas bajo las inclemencias del clima; hace un año le prometieron que la iban a reubicar

Águeda Barojas Ontiveros

“Corran la voz, viene el gobernador a Fátima, junténse y escriban en una hoja todas las peticiones para que se las entreguen”, fue el mensaje que circuló entre las vecinas de Fátima, quienes cada temporada de lluvia se juegan la vida.

Doña María Zuñiga es una de ellas, tiene 72 años de edad y gracias a que sabe nadar en agosto del año pasado cuando llegó a Guaymas el Monzón Mexicano, salvó la vida.

La corriente del agua que corre por el arroyo obstruído desde hace décadas por varias viviendas, entró a su casa y la arrastró hasta el patio.

“Gracias a que sé nadar me salvé, pero el agua me estrelló contra la barda del patio y una varilla se me encajó en el brazo”, narró con lágrimas en los ojos.

Ese día no estuvo sola, su hijo vivía con ella, pero hace tres semanas el joven decidió quitarse la vida por causas desconocidas; este verano Doña María enfrentará las lluvias en soledad.

Hace un año el gobernador del Estado, Alfonso Durazo Montaño visitó esa colonia ubicada en una zona de riesgo y prometió reubicar a 26 familias.

A la fecha solo cuatro han sido reubicadas en casas abandonadas de Guaymas Norte y a una de esas familias, les llegaron hombres armados para decirles que se salieran porque era su propiedad.

El pasado 21 de julio la tormenta de arena que azotó Guaymas dejó nuevamente daños materiales en ese sector, lo que hizo revivir el miedo y las promesas incumplidas.

Doña María sigue sentada, viendo pasar las nubes y rezando para que no llueva, pidiendo a las autoridades que cumplan su promesa y la reubiquen.

“Nomás se nubla y lloro”, dijo.

El viernes el gobernador del Estado vino a Guaymas a dar el banderazo de inicio de la pavimentación de la Avenida Serdán, de la calle 14 al Obelisco y en Fátima pensaban que las iba a visitar.

“Vayan por Doña María, que venga, que el gobernador la vea y que le pida que la reubiquen”.

Sentadas se quedaron tres horas con temperaturas que pasaron las 42 grados centigrados y el gobernador no llegó.

“Los trabajadores que vinieron a poner el letrero de la inversión que harán en el canal nos dijeron que vendría el gobernador, pero no llegó”, comentaron.