Águeda Barojas Ontiveros
El pez por su propia boca muere y si algo no domina la actual alcaldesa de Guaymas, Karla Córdova, es precisamente su boca.
En una intentona por querer crucificar al Síndico, Celestino Sarabia, por traer placas sobrepuestas justo en un vehículo que se adquirió en la administración de Sara Valle para la playa incluyente, desató otra tormenta, pero en su contra.
No en vano, este día el periodista de Hermosillo, Jorge Morales, le dedicó una crítica.
Bien dijo Jorge Morales, todos los candidatos del 2021 de MORENA-PT hicieron leña del árbol caído.
En el trienio de Sara Valle Dessens hubo cientos de irregularidades, violaciones a la Ley, a la Constitución y demás linduras, pero ninguna fue tan mediática y yan tangible como la obra de la Playa Incluyente.
No fue el proyecto el que se cuestionó, fue su viabilidad, es más, hoy en día la inversión de 8 millones de pesos, es nada comparada con las tropelías del actual gobierno morenista.
Todos los candidatos del 2021 prometieron meter a la cárcel a Sara Valle.
Y es que la Playa Incluyendo duró, menos de lo que canta un gallo. Antes de dejar el poder, el agua se llevó gran parte de la infraestructura y el resto, el tiempo y la gente, se encargaron de destruirlo.
Desde el momento en el que la obra no se justificaba en ese lugar y que nunca fue útil, ya hay un acto de corrupción, con esa decisión causaron un daño patrimonial.
Karla Córdova “presionada” por ese juicio popular y mediático, denunció las irregularidades del proyecto de Sara Valle y dijo que habría justicia.
Cuatro años después y sin que nadie le preguntará, dijo textualmente: ya nos dijeron que estábamos mal, es decir, mintió, Sara Valle era inocente.
Descifrar el poco y pobre vocabulario que utiliza la doctora Karla Córdova es todo un reto de comunicación.
Lo que Karla Córdova quiso decir es que su gobierno es un inepto y que en MORENA hay IMPUNIDAD.
Karla Córdova hizo como que denunció, en la Fiscalía Anticorrupción hicieron cómo que investigaron y al final, la inocencia de Sara Valle resultó ser la purificación de su movimiento.
Sara Valle no está sola! No puede caer, como no caerán otros miembros de tan distinguido partido.
No sé si Jorge Morales ironizó, pero no es a Sara Valle a quién Karla Córdova tiene que pedirle perdón.
Es a los guaymenses a quienes tendría que darles una explicación del por qué su gobierno no pudo demostrar el desvío de recursos en esa obra, o mejor dicho, porque se prestó a la simulación cuatrotera.
La Playa Incluyente es pecata minuta comparado con la corrupción de dos gobiernos morenistas encabezados por dos mujeres a las que las distingue algo, una más cínica que la otra, pero igual de corruptas.