Las derrotas de Karla Córdova

La Viña del Señor

La alcaldesa de Guaymas Karla Córdova ha demostrado ser una
persona habilidosa en cosas de la política. Y así lo ha demostrado su
capacidad para transitar por partidos tan disímbolos ideológicamente y
programáticamente como el PRI, PAN, Movimiento Ciudadano y
después Morena.

Su pragmatismo en eso de medir los tiempos y acomodarse no ha
dejado dudas, pues fue candidata a síndica en la planilla tricolor de
Carlos El Cacho Zaragoza en el 2003; luego fungió como directora de
Salud Municipal con César Lizárraga en los tiempos de gloria del PAN
del Memo Padrés en 2009-2012; de ahí paso a una regiduría
blanquiazul en el gobierno de Otto Claussen, en donde le tocó aprobar
como parte de la fracción panucha en cabildo junto a otros morenistas
de hueso guinda como Javier Peralta y El Grillo Luis Felipe Valenzuela
el megacrédito de 365 millones con Bansi.

Más tarde apareció como coordinadora de Movimiento Ciudadano en
Guaymas cuando Lola del Río se desempeñaba como dirigente estatal
del partido naranja. Cuando la Lola se sumó a la campaña de Alfonso
Durazo Montaño por la gubernatura en 2021, doña Karla a propuesta
del hoy senador Heriberto Aguilar Castillo, ocupó la candidatura a la
alcaldía de Guaymas apoyada por Morena, sin haber participado en la
polla interna morenista en donde Jesús Alberto El Chito Cambustón,
Raúl Sánchez Aleida y Celestino El Tino Sarabia, aspiraron a la mano
de doña Leonor, como refiere a la alcaldía porteña el cronista Teodoro
O. Paz en su libro “El Guaymas de ayer”.

Nada menor es que en esa ocasión la exalcaldesa Sara Valle
Dessens, quien ha sido una de las candidatas a la alcaldía guaymense
más votadas de la historia electoral local, haya quedado en el camino
al no alcanzar la reelección y que Morena se haya desencantado por

Córdova para abanderar la agenda y el proyecto lopezobradorista-
duracista en el 2021.

Récord morenista a la baja
Primer acto:
Su inicio en las lides político-electorales con la casaca guinda no
fueron fáciles para Karla Córdova, cuando en el proceso electoral de
2021 hubo de contender y competir en contra de un posesionado y
aguerrido exdiputado local como Rodolfo El Fofo Lizárraga,
candidateado por las siglas del PT.

Dicen las malas lenguas que el experimentado y correteado Fofo hizo
morder el polvo en las urnas a la candidata de Morena en el casco
urbano del municipio de Guaymas, ganando la alcaldía gracias voto de
las comunidades indígenas yaquis, como la del poblado de Las
Guásimas, cuyo apoyo fue amarrado por promesas de reciprocidad
una vez que triunfaran esgrimidas por el Chito Cambustón, a la sazón
coordinador de la campaña morenista en el 04 distrito. El Chito
después no hallaba en donde meterse una vez que los yaquis le
exigieron el cumplimiento de sus promesas y que a la postre hubo de
cubrir el propio Poncho Durazo.
Con esa jugada la gente de Morena le sacó de la bolsa la victoria
cantada a Rodolfo.

Segundo acto:
Una vez instalada en el Ayuntamiento Karla, inició su gestión con un
cabildo totalmente bajo su control y siguiendo el libreto de todo político
de la vieja escuela priísta decidió meter mano en el partido que la
postuló, es decir Morena, desconociendo liderazgos afianzados en esa
fuerza política y de su militancia misma y buscó colocar a sus
allegados en la elección de consejeros del partido y le tronó al no
lograr su cometido a pesar de utilizar al aparato municipal para tal
propósito.

El rechazo del morenismo duro hacia la alcaldesa ha sido patente,
quien durante su mandato jamás se ha acercado a Morena y ha traído
a pan y agua a los morenistas que trabajan en el ayuntamiento o que
fungen como ediles, y eso cuando les va bien.
En esa ocasión el palacio municipal fue utilizado sin pudor como
cuartel de los organizadores de la elección interna de Morena.

Tercer acto:
En la jornada electoral extraordinaria del 1º. de junio en que se llevó a
cabo la elección judicial vía acordeones difundidos desde la oficina del
gobernador Alfonso Durazo y encargada a los alcaldes de Morena,
habida cuenta que Andy López Beltrán, había prometido sacar 20
millones de votos para legitimar la contienda y en donde Guaymas
debía de levantar al menos 20 mil sufragios, para no hacer quedar mal
al gober, resultó un total fracaso.

En esa elección Sonora, estuvo por debajo de la media nacional y
Alfonso Durazo, al evidenciarse como un mal operador electoral, se
enojó a tal grado que ordenó investigar los resultados.
Los malos números obtenidos por Karla, pusieron distancia entre esta
y el Poncho. Que el magro resultado logrado tuvo origen en la falta de
compromiso de los encargados de la operación política-electoral
empleados del ayunta que le hicieron al loco o de plano en que ni ellos
entendieron el enredoso proceso o de que ciertos personajes o grupos
del partido trabajaron en contra de la línea oficial, fueron de los
abundantes pretextos que se difundieron para medio explicar el
naufragio.
Total que esa vez Karla Córdova quedó evidenciada como alguien sin
falta de control sobre el aparato municipal, menos sobre Morena.

Cuarto acto:

La última ocasión en que Karla Córdova quedó en evidencia por su
falta de manejo político-electoral, cuando se presumía que era su
mero mole desde cuando se manejaba con la camiseta blanquiazul,
fue en la reciente conformación de los Comités de Morena, que son
parte de la estructura territorial de ese partido, organización vital de
cara al venidero proceso electoral del 2027.
Esta vez Karla utilizando el aparato del ayuntamiento y a sus
familiares y funcionarios cercanos a su cargo a duras penas logró
colocar a su gente en 3 de los 6 comités seleccionados. En la colonia
Independencia ganó el grupo de Heriberto y en Las Guásimas los
yaquis, esos que le dieron el triunfo en 2021.
Entre lo que llamó la atención durante el proceso que se suponía de
trámite es que los candidatos karlistas al presentarse y tomar la
palabra hablaban de falta de servicios, como drenaje, agua,
alumbrado, pavimento, etc., casi como si fueran opositores al gobierno
de su jefa, cuando se suponía que la elección era un evento interno de
Morena. Ni Leopoldo de Gyves, como líder de la Coalición Obrera,
Campesina, Estudiantil del Istmo (COCEI) en los años 70s, logró
articular un discurso opositor tan crítico como el de los candidatos
oficiales del municipio. Hasta ahí les llegó la confusión a los elegidos
por Karla para colonizar al partido y en donde el tesorero y delfín de la
alcaldesa Daniel Apodaca, operó fallidamente a sus anchas.
Otra vez quedó demostrado que, al interior de Morena, Karla y su
grupo de incondicionales no las traen toda consigo y hay liderazgos y
grupos que se mueven con autonomía relativa del poder municipal, lo
cual fue un mal mensaje rumbo a la elección intermedia del 2027.

Descifrando los mensajes
Los raquíticos números obtenidos hasta ahora por parte de la
alcaldesa demuestran que todo el poder del ayuntamiento no le ha
alcanzado para lograr controlar al partido y penetrar en sectores no
afines de izquierda; de que la alianza política que facilitó su acceso a

la presidencia municipal de Guaymas, está llegando a su fin; que en
verdad cayó de la gracia del gober Durazo a raíz de los magros
resultados en la elección judicial que lo dejaron mal parado a nivel
nacional o de que en todo ese tiempo de gobernar con la marca
guinda no ha logrado identificarse con los valores y principios de
Morena y la Cartilla Moral impuesta por su indiscutido líder y fundador
AMLO o que de plano se le ha pasado la mano al excluir a liderazgos
bien identificados y al morenismo de base y sus tribus de su ejercicio
de gobierno.