El partido de la revolución de las conciencias sale de caza

La Viña del Señor

No le bastó a Morena aliarse con un partido tan desprestigiado
políticamente como el PVEM y otro acompañante como el PT, usar el
aparato y los recursos del gobierno federal y de las entidades que
gobierna, cinco años de propaganda ininterrumpida desde las
Mañaneras, capturar al INE con Guadalupe Taddei y a los magistrados
del TRIFE con mantener el cargo y acceder a la Suprema Corte (hoy
legalmente acotado) con el dictamen de la reforma judicial, cooptar a
muchos medios de comunicación, acalambrar a los periodistas críticos
con la Unidad de Inteligencia Financiera de Pablo Gómez, convertido
en el alguacil del régimen cuatrotero, ni poner de su lado a la poderosa
casta militar del país (algo que ni Pinochet pensó posible), que del
viernes para acá los principales personeros y empleados del
presidente López Obrador como el exgobernador verde Manuel
Velasco, han salido de “caza” para “convencer” con una “propuesta
que no puedan rechazar” (Don Vito Corleone dixit) y reclutar para su
causa a tres senadores, mínimo, de la oposición para alcanzar la
buscada mayoría absoluta en la Cámara Alta, para ahora sí sacar
adelante el Plan C, que garantizaría impunidad para la clase política y
sus cómplices, amén del Maximato de La Chingada.
Sin embargo, esa joya de la política nacional, como lo es Adán
Augusto López, virtual coordinador de la bancada morenista en el
Senado, para taparle el ojo al macho desmintió a Manuel Velasco,
quien había afirmado que ya tenían amarrados a tres senadores de la
oposición y era un 99.9% seguro tal operación. “No vamos a comprar
los votos que nos falta, Esos eran otros tiempos”, dijo para
enmendarle la plana al senador verde.

A punta de cañonazos
Araceli Saucedo Reyes, senadora electa por el PRD en Michoacán, se
registró en la bancada de Morena. “El camino es por la izquierda”,

justificó la futura legisladora. De Tabasco José Sabino Herrera también
renunció al PRD. ambos fueron propuestos por El Chucho Jesús
Zambrano. Lo dicho falta uno.
Dicen las malas lenguas que los cañonazos de convencimiento
avanzan y la expresidenta del PRD senadora zacatecana Amalia
García, estaría ya fichada para pasar de MC a la escuadra guinda,
mientras Adán Augusto como buen expriísta se hizo presente en las
oficinas de Manlio Fabio Beltrones, para invitarlo a cambiarse de
bando, toda vez que Alito Moreno no lo quiere en el PRI.

Pragmatismo vs. Legitimidad
Para quien mandó “al diablo las instituciones” y reclamó “que le fueran
con que la ley es la ley”, y es el líder nato del partido de la revolución
de las conciencias puso los ojos en el coto de caza en que se han
convertido las bancadas opositoras en el Senado una vez amarrada la
mayoría absoluta en San Lázaro, gracias al favorcito del INE con su
interpretación a modo de la fracción III del artículo 54 Constitucional,
que vía recurso ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el
PAN solicitó su interpretación conforme a la contradicción de tesis
existente y que la entonces ministra Olga Sánchez Cordero, había
dictaminado en el pasado.
Lo anterior causó enorme dolor de estómago en palacio y en su
partido, llegando a grado de amenazar con juicio político a la ministra
presidente Norma Piña por haberle dado entrada al recurso de los
pitufos.
De proceder su demanda ante el máximo tribunal, ya que en la
independencia del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación pocos creen, se haría añicos el empeño del oficialismo de
“meter” 35 millones de votos a las urnas el 2 de junio, pues sin la
sobrerrepresentación amarrada en la Cámara de Diputados se caería
como castillo de arena el Plan C y las pretensiones que lo sostienen.

Aprobado el proyecto del magistrado Felipe de la Mata, en el sentido
de ratificar el resolutivo del INE sobre la asignación de las 200
diputaciones pluris, de la mayoría calificada en el senado pende la
aprobación de la reforma judicial, el traspaso de la Guardia Nacional a
la SEDENA y la extinción de los organismos autónomos.
Cubierta la aduana electoral y ante la evidente captura del INE y el
TRIFE viene un retroceso político de 60 años en materia de
pluralismo, casi a nivel de los tiempos del PRI hegemónico y cuando
gobernaba el país Gustavo Díaz Ordaz.

El poder obedencial: Morena y el zapatismo
Enrique Dussel sostenía que la democracia es por partidos
conscientes de las propuestas que hacen a la sociedad y que no
debían de perder su ideología. El promotor de la filosofía de la
liberación habló de la crisis ideológica y de proyectos en el PRI, en el
PAN y en el PRD. De Morena habló que debía ir explicitando su
ideología y formar a sus militantes en ella. Es un partido nacionalista y
que cree en el Estado no nacionalista y en el poder obedencial en
donde el pueblo elija a sus candidatos.
Por ello proponía que Morena debía inspirarse en el concepto del
“poder obendencial” del zapatismo, como expresión de la sabiduría de
los pueblos indígenas, en donde la sede del poder es el pueblo.
“Mandar obedeciendo”, esgrimía la organización guerrillera.
Reconoció que en Morena había una pérdida de claridad de los
principios y empezaba a desdibujarse su ideología y estaba porque no
se abriera tanto por los beneficios que daba ser parte del partido.
El subcomandante, actualmente capitán Marcos del EZLN, López
Obrador, quien como jefe de gobierno de la CDMX tenía una fotografía
del encapuchado sobre su escritorio, en su carta “El viaje” lo tachó fiel
a su estilo de que “Tuvo el autoritarismo de Gustavo Díaz Ordaz; el
nacionalismo de cartón piedra de Luis Echeverría Álvarez, la
demagogia corrupta de José López Portillo, la mediocridad

administrativa de Miguel de la Madrid, la perversidad de Carlos Salinas
de Gortari, la vocación criminal de Ernesto Zedillo, la ignorancia
enciclopédica de Vicente Fox, el militarismo y la mecha corta de Felipe
Calderón, y la frívola superficialidad de Enrique Peña Nieto”.

Lame duck o mejor dicho ganso cojo
Dice el periodista de UNIVISION Jorge Ramos, que Canadá y EEUU
rechazan la reforma judicial porque perciben débil a AMLO a días de
dejar el poder que ejerció imperialmente durante todo el sexenio.
Y esa intervención en la política mexicana abiertamente, aunque
siempre lo ha hecho abierta o encubiertamente el país vecino y ahí
esta el caso de la captura o entrega del Mayo Zambada, capo del
CDS, se debe estima el comunicador a que al titular del ejecutivo
saliente lo perciben como pato cojo (lame duck), que es un estado que
se presenta cuando los presidentes en EEUU pierden el poder, a la
par que consideran que la reforma judicial además de afectar el
comercio entre los tres países del T-MEC, abra la puerta para que el
crimen organizado penetre al poder judicial.
O sea, como cuando los lobos van sobre la presa herida o más débil
de la manada, los tiburones, ya olieron la sangre.
Al tabasqueño tras la cruda que le propinó la elección del 2 de junio se
le olvidó la conocida frase externada por el sexto presidente del país
norteamericano John Quincy Adams de que “Estados Unidos no tiene
amistades permanentes, sino intereses permanentes”.
Por eso quedó claro que Ken Salazar, no era amigou de Mr. López
Obrador, sino un representante del imperio norteamericano en México.

Retroceso democrático
La Reforma Judicial (con jueces sin rostro, tribunal de disciplina,
elección popular de juzgadores escalonada, selección por tómbola,

etc.), que haría revolcarse en su tumba al propio autor de “El espíritu
de las leyes” Montesquieu que promueven el presidente Andrés
Manuel López Obrador, su partido Morena y sus satélites sobre la que
advierten riesgos E.U., Canadá, los principales medios del mundo, la
ONU, las calificadoras, inversionistas, empresarios, empleados del
Poder Judicial Federal, especialistas, el embajador Ken Salazar y
hasta cualquier hijo de vecino con dos dedos en la frente, puso al país
en la mira de organismos internacionales y de defensa de derechos
humanos que la señalan como un “retroceso democrático”, aseguró la
presidenta de la Oficina en Washington para Asuntos
Latinoamericanos, Carolina Jiménez.
Según dicha activista para organismos multilaterales, como la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) y la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la independencia de
los poderes judiciales es un pilar del sistema democrático porque
garantiza el equilibrio de poderes del Estado, y la reforma de López
Obrador “erosiona” ese precepto.
Por otro lado, la relatora especial de la ONU sobre la Independencia
de los Magistrados y Abogados, Margaret Satterthwaite, expresó su
“profunda preocupación” sobre las implicaciones de la reforma
impulsada por López Obrador para la independencia del Poder Judicial
en México.
“Insto a las autoridades a reconsiderar detenidamente la propuesta,
dando el peso adecuado a la garantía de derechos humanos y de la
independencia judicial”, escribió la relatora en su cuenta de X.
La Relatoría Especial de la ONU sobre la Independencia de los
Magistrados y Abogados se encarga de monitorear los sistemas
judiciales de los países para denunciar ataques a su autonomía,
supervisar los avances para proteger y mejorar su independencia y
realizar recomendaciones a los Estados para el libre ejercicio de sus
labores.

“Insto a las autoridades a reconsiderar detenidamente la propuesta,
dando el peso adecuado a la garantía de derechos humanos y de la
independencia judicial”, hizo hincapié.
La Relatoría Especial de la ONU sobre la Independencia de los
Magistrados y Abogados se encarga de monitorear los sistemas
judiciales de los países para denunciar ataques a su autonomía,
supervisar los avances para proteger y mejorar su independencia y
realizar recomendaciones a los Estados para el libre ejercicio de sus
labores.
Por lo pronto se reporta que más de 1,100 jueces mexicanos se están
quejando en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos en
Washington para que se frene la reforma (per)judicial y buscan la
emisión de medidas cautelares. Lo anterior a partir de que los
derechos humanos contenidos en los tratados internacionales en el
sistema de derecho mexicano tienen preponderancia por sobre las
leyes domésticas.
Estudiantes de la facultad de Derecho de la UNAM convocaron a una
marcha en contra de la reforma judicial, mientras al paro se sumaron
varias universidades prestigiadas del país.
Nada más falta que en las calles de la CDMX y en las principales
capitales de México empiecen a escucharse las canciones aquellas
famosas en las movilizaciones de la izquierda marginal de los años 60
y 70s como “Me gustan los estudiantes” en voz de Mercedes Sosa,
pues como bien escribió el viejo Carlos Marx, en su libro “El Dieciocho
Brumario de Luis Bonaparte”, que la historia ocurre dos veces, la
primera como tragedia (Luis Echeverría) y la segunda como farsa
(AMLO).

Mundos y estilos paralelos
Ambos, de estilo locuaz y deslenguado, heredaron crisis financiera a
sus sucesores con peso devaluado y una presidencia enfrentada, uno
con los empresarios de Monterrey y el otro con el Poder Judicial

Federal, dejando un país en crisis constitucional. Uno combatió a sus
opositores de la insurgencia guerrillera con la Brigada Blanca y el otro
a la prensa crítica con la UIF de Pablo Gómez.
Sin Echeverría no ocupó usar el aparato y la aplanadora priísta en
contra de la oposición porque el candidato oficial corrió sin
competencia, AMLO si lo hizo para imponer a su corcholata favorita,
capturar al INE y al Tribunal Electoral con la manzanita con dedicatoria
incluida en la reforma judicial.
Finalmente, Echeverría fue exiliado por José López Portillo en las Islas
Fiji como embajador a petición de los empresarios agraviados por sus
políticas populistas que le solicitaron de broma lo mandara al otro lado
del mundo, AMLO se irá a La Chingada, sin que se descarte de que
acorde a su personalidad caudillista como Alvaro Obregón, desde su
finca la Quinta Chilla en Huatabampo no pierda de vista la silla caliente
que dejó a su heredera Claudia Sheinbaum y los estrechos márgenes
de gobernanza en que habrá de moverse.