Águeda Barojas Ontiveros
Dicen que un reportero sin suerte no es reportero; esta máxima se escuchaba en el pasado en las redacciones de prensa y radio en México.
La de ayer fue precisamente una de esas tardes en las que se me atravesó la noticia y como la duda es la esencia del periodismo pensé: aquí pasó algo.
En medio de la tranquilidad por las fiestas de fin de año y el inicio del nuevo, no pudieron pasar desapercibidas seis camionetas blancas con las sirenas encendidas sobre el bulevar Luis Encinas y el camino al Tular.
Por la tarde de este viernes, esas mismas camionetas estaban concentradas en ese mismo punto, donde está la gasolinera.
Ayer jueves aproximadamente a las 18:00 horas en esas camionetas que interrumpieron el tráfico con las sirenas encendidas traían detenido a un conocido empresario guaymense, perteneciente a una familia que, en parte, hizo crecer su riqueza al amparo del poder.
Aunque eran priistas químicamente puros, igual hacían negocios con el PAN, con el PRD o con MORENA.
Con este último partido el negocio fue tan burdo que fue denunciado públicamente y en algunas instituciones.
El hilo se rompe por lo más delgado
El empresario fue traído desde la ciudad de Nogales, por cierto, hoy fueron por el segundo, pero no lo encontraron.
En el 2018 por segunda vez gobernó Guaymas, Sara Valle Dessens, pero ahora con las siglas de MORENA y del PT.
Fue el hoy senador Heriberto Aguilar Castillo, quien la llevó con el entonces dirigente de MORENA, en Sonora, Alfonso Durazo, para que le diera el visto bueno.
Valle Dessens ganó la elección pero Heriberto Aguilar le puso a los regidores de MORENA.
Todos eran de él y todos obedecían las órdenes que le daba.
Las ilegalidades votadas en sesión de Cabildo por los regidores de MORENA, algunos de ellos con cargos en el gobierno Estatal y Municipal, fueron avaladas por Aguilar Castillo. La línea la daba él, de eso, no tuvimos ninguna duda.
La ilegalidad que hoy tiene detenido al empresario Carlos N., ex candidato a la alcaldía de Guaymas por el PRI, es más que una ilegalidad, fue un fraude anunciado y denunciado antes de que los regidores de MORENA levantaran la mano en la sesión de Cabildo.
Pocos regidores de oposición votaron en contra y es que de ninguna manera se podía aceptar que el Ayuntamiento de Guaymas recibiera como dación de pago terrenos en San Carlos con un valor de 18 millones de pesos, que resultaron ser humedales, cuando la deuda de estos empresarios era de 80 millones de pesos de prediales.
No conforme con aceptar esa “transacción”, el municipio pagó 8 millones de pesos a un despacho de Hermosillo para que realizara el “trámite”.
Pero no solo eso, se dijo también que los beneficiados al parecer entregaron un condominio en San Carlos.
Esto que en su momento resultó escandaloso, es solo un pelo del tigre de la corrupción del gobierno morenista avalada por el hoy Senador Heriberto Aguilar Castillo.
Ya pasaron más de tres años desde que terminó ese gobierno y a la ex alcaldesa no la tocaron ni con el pétalo de una rosa.
Ni perdón, ni olvido, prometió en campaña en el 2021 el hoy diputado neomorenista, Sebastián Orduño.
Para la actual alcaldesa neomorenista, Karla Córdova González, el tema de Sara Valle, no existió.
Y es que no pude escupir hacía arriba, en su gobierno también se cuecen habas.
“No se hagan bolas”, dijo Salinas
Con este acto, no creo que busquen justicia, sino más bien venganza.
Es sabido del pleito entre algunos morenistas de algo rango y la familia en cuestión, incluso la actual alcaldesa Karla Córdova, recibió desde el 2021, la orden de cerrarles las puertas.
Hoy Carlos N. está detenido y en espera de saber si será vinculado a proceso por fraude, pero van por todos, por todos menos por la alcaldesa morenista-petista, Sara Valle y los ex regidores del Senador Heriberto Aguilar.
Este mediodía agentes de la AMIC catearon una casa en el fraccionamiento Arrecifes.
Esta historia continuará…pero dudo que los siguientes detenidos por este fraude cometido en el año 2021 sea Valle Dessens y los ex regidores del Senador Heriberto Aguilar.
Sería como ponerse la soga al cuello y aceptar que sí son iguales, iguales de corruptos que los priistas a los que hoy quieren meter a la cárcel, pero como fueron ellos, los morenistas, quienes avalaron ese fraude, dudo que caiga uno de sus corruptos.
Por ahora, la que sí debería preocuparse es la ex tesorera Celida Botello Navarro.