De AMLO a Sheinbaum, entre la gesta y la gestión

La Viña del Señor
A esta columna gusta de citar aquella frase de Carlos Marx escrita con
letras de fuego en su ensayo El Dieciocho Brumario de Luis Bonaparte
en donde aludía a que la historia parece presentarse dos veces, la
primera como tragedia y la segunda como comedia.
La cita viene al cuento cuando la 4T se ha ofrecido en un menú de dos
pisos, el primero que correspondió al obradorato de su iluminado
fundador y el segundo a su heredera, seleccionado, protegida y
llevada al cargo por su mentor, quien en 2018 recibió de manos de su
antecesor el priísta Enrique Peña Nieto un país jodido, pero no tan
peor que el que dejó el caudillo de Mascupana, quien tal vez no quita
la vista a palacio nacional desde su finca de Palenque a la par que
escribe sus memorias y opera Morena por medio de Luisa María
Alcalde y Andy, como Alvaro Obregón lo hacía desde su hacienda La
Quinta Chilla mientras sembraba garbanzo.
Y como legado AMLO dejó 200 mil muertos, cientos de desaparecidos,
6% de déficit fiscal, 17 billones de deuda, corrupción como la de
Segalmex, el peso rosando los 20 pesos, la gasolina por las nubes,
colonización de organismos autónomos, agandalle legislativo y una
crisis constitucional sin precedentes. Eso sin contar el pleito con el rey
Felipe VI de España, de cuando México no era México, ni España era
España. Ni un populista en estado puro como Luis Echeverría heredó
tal paquete nocivo a su sucesor José López Portillo.
Resulta inevitable comparar la gestión de quien prometió una cuarta
transformación de México solo comparadas con verdaderas gestas
como la Independencia, la Reforma y la Revolución, de lo cual retomó
solo su épica a la que convirtió en estilo de gobierno, pero se olvidó de
la naturaleza transformadora de tales episodios, que convirtió en
caricatura.
El compromiso con la justicia de Morelos, quien creó el primer tribunal
federal para defender al indefenso del arbitrario, lo convirtió en la

patética reforma judicial; la independencia de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación que honraron Juárez, quien la presidió y liberales
como Lerdo, Vallarta, Iglesias, Altamirano, Riva Palacio, Lafragua,
etc., hereda la sumisión y su desaparición como poder autónomo y de
la separación de poderes principio consagrado en la Constitución
Mexicana de 1917, producto neto de las fuerzas revolucionarias,
carrancistas, obregonistas, villistas, zapatistas, etc., buscó dejar una
presidencial autoritaria y sin contrapesos.
Y el segundo piso de la 4T, parece ser que va en camino en
convertirse en grotesca caricatura del fantasioso Proyecto Alternativo
de Nación, promovido con ahínco y hasta el cansancio por el amado
líder López.

Risotadas den Harvard
Si la reforma judicial ha frenado inversiones según BBVA y su crítica
puso en pausa al embajador Ken Salazar, la exposición por parte del
ministro Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena en un panel de la Escuela de
Derecho de Harvard respecto del proceso para la elección de jueces,
entre cuyos requisitos están contar con cinco cartas de recomendación
de vecinos del aspirante, hizo estallar en risas a los presentes en la
reunión académica.
Y eso que el togado no entró en detalles sobre la elección por tómbola
de la mitad de los juzgadores federales cuyos puestos serán
sometidos a las urnas el año entrante, lo cual hubiera dado la nota
sobre lo pedestre de la reforma, digan de una república bananera y
hecho que El Fiscal de Hierro Javier Coello Trejo comparó con los
sorteos y la catafixia del programa En Familia con Chabelo, que
pasaba los domingos en Canal 2 de Televisa.
En el viaje de apoyar lo indefendible se fueron el partido Morena con
su dúo dinámico dirigente Alcalde y Andy y todos los gobernadores
oficialistas.

La pitorreada de los alumnos presentes en el acto de la prestigiada
universidad castró e hizo enojar a la propia presidenta Claudia
Sheinbaum, ya metida de lleno, como su antecesor, en sacar adelante
su venganza en contra de la judicatura.

Los fabulosos fours: reforma, locura y desatino
Y como si lo anterior no bastara para tener a México como la botana y
el hazmerreir internacional, al coordinador morenista en la Cámara de
Diputados Ricardo Monreal, su similar en Cámara Alta Adán Augusto
López, el llamado “El padrino del Bienestar”, Sergio López Luna y
Gerardo Fernández Noroña, los fab fours de la 4T, presentaron
salieron con la ocurrencia de que se van a reformar los artículos 1,
103, 105 y 107 de la Constitución que regulan entre otras figuras el
juicio de amparo, para impedir que no procedan las controversias
constitucionales o acciones de inconstitucionalidad contra reformas
constitucionales y quitar el candado de la convencionalidad, ante la
duda de si la reforma judicial, que dice la presidenta Claudia
Sheinbaum va que va, pudiera ser frenada por los jueces.
La explicación presidencial fue que se buscaba poner en la
Constitución lo que dice en la Ley, o sea la Carta Magna –Magra en
adelante— como Ley Fundamental proveniente de un Poder
Constituyente originario como el de 1917, en funciones de ley
secundaria de una legislación que teóricamente emana de ella. ¡El
mundo al revés!
La maniobra del cuarteto lo único que evidencia contra el discurso
oficialista es decretar la improcedencia de recursos de impugnación a
la tombolera reforma judicial para crear un estado de excepción
neofascista sin controles judiciales sobre la actuación de los Poderes
Legislativo y Ejecutivo en manos de Morena.
El tema raya en la locura cuando se pretende acomodar las reglas del
juego con el partido a la mitad y evidencia el uso sectario y faccioso de
la ley.

Ante la andanada de críticas ante la burda violación del principio de
progresivismo en materia de derechos humanos que promovió la
reforma en la materia de 2011, es decir que los derechos humanos se
pueden ampliar no reducir, el trío cuatrotero, hubo de retirar la reforma
del artículo 1.
Por lo pronto un nutrido grupo de juristas expertos en derecho
constitucional hicieron llegar a la Suprema Corte un escrito de Amicus
Curiae respecto del control constitucional de las reformas
inconstitucionales a la Carta Magna basado en el derecho comparado.
Así el debate negado en las Cámaras del Congreso de la Unión está
subiendo de tono y evidenciando lo torcido del Plan C.
Con esta iniciativa el velo que encubría las verdaderas intenciones
facciosas detrás de la reforma judicial ha caído.

Kramer vs Kramer
Para abonar a la tragicomedia cuatrotera llamó la atención la
enmendada de plana que en domingo, contrario a toda lógica
burocrática, la FGR de Alejandro Gertz Manero acusó de montaje en
el homicidio del exrector de la UAS Héctor Melesio Cuén, el día del
secuestro del Mayo Zambada y solicitó ordenes de aprehensión en
contra de ministerios públicos, peritos e investigadores del caso, todos
de la Fiscalía de Sinaloa.
Con la información hecha pública el fin de semana pasada, se da por
buena la versión del Mayo de su carta difundida desde su prisión en
E.U.
En todo este embrollo de desmentidos y aclaraciones se encuentra
atrapado el gobernador Rubén Rocha Moya, uno de los principales
sospechosos de haber operado el supuesto financiamiento ilegal a las
campañas morenistas tanto en 2021 como en 2024.

Y mientras Rocha se tambalea en el cargo, Sinaloa padece una de sus
peores crisis de inseguridad, sin que nadie le ponga un alto.

Política y comedia: el epílogo perfecto
En nuestro país la sátira política ha tenido gran tradición. Desde las
viejas carpas pasando por el cine, las revistas y el teatro, incluido el
callejero o popular como el de Cleta y su Llanero Solitito (qepd), de
izquierda. Nombres de la vieja generación de cómicos destacan en la
farándula como los de El Palillo, Manuel Loco Valdés y Cantinflas y
obras de humor como “La señora presidenta” con Gonzalo Vega o en
Sonora con “La tuba de Goyo Trejo” con el Chobi Ochoa. En los
periódicos y revistas sobresalen José Guadalupe Posada y sus
calaveras y moneros como Ruis con sus Supermachos y Los
Agachados.
El mejor condensado de esa conversión de tragedia a comedia,
parece representarlo el affaire y cruce de dimes y diretes entre el
estandupero y comediante de humor negro Carlos Ballarta y el
llamado “bodoque del Bienestar”, José Ramón López Beltrán, célebre
por el escándalo de la casa gris y el uso de programas oficiales en
beneficio de su empresa familiar Chocolates Rocío, nombrada así en
homenaje a su mamá.
El orgullo del nepotismo del expresidente y a quien nombró para vigilar
los avances del tren transísmico sin honorarios de por medio, tuvo la
ocurrencia de interpelar vía X al comediante a propósito de la condena
de 38 años de Genaro García Luna en Nueva York y retomó un
antiguo sketch de Vallarta, a quien tildó de comediante involuntario.
No tardo ni perezoso se fue a la yugular del junior de AMLO y en una
réplica sin parangón calificó a la familia López de lastre para México
cuyo recuerdo quedará a nivel de Salinas.
El encontronazo en las redes, que dejó sin habla al hijo de ya saben
quién, parece el epílogo perfecto de un gobierno que hizo de la

propaganda, la polarización social, el cinismo, la hipocresía, la
ilegalidad, el culto a la personalidad y el auto halago una forma
sistemática de ejercer el poder en forma autocrática.

Morena, partido hegemónico, pero no uniforme
Si se parte del hecho de que el 45% no votó por la coalición
gobernante, tenemos que de 130 millones de mexicanos y de una lista
nominal de electores de 99 millones apenas 35 millones les dio su
aprobación, mientras 25% lo hizo por la oposición, así que eso de que
el voto del pueblo les dio carta blanca para hacer y deshacer con el
país es una falacia más de los voceros de la 4T.
Y tan claro está lo anterior que en la Cámara de Senadores, ni en la
Diputados las urnas les otorgaron mayoría calificada para reformar a
modo a la Carta Magna. Esa mayoría la alcanzaron en la Cámara Baja
con la sobre representación y ni aún con ello en la Alta, lo cual
alcanzaron medio de cooptación, presiones, maniobras y extorsión.
Ante tal evidencia resulta patético que Claudia Sheinbaum, como su
antecesor y su partido Morena se erijan como representantes del
pueblo para justificar sus decisiones absurdas, cuando en los hechos
operan como secta.
Así que por más que desde el oficialismo se pretenda usar el resultado
del 2 de junio a favor, la realidad es que los electores, a pesar de lo
inequitativo de la contienda presidencial, no confiaron en otorgarles a
Morena y sus satélites, la mayoría para reformar la Constitución y lejos
está de aquel PRI hegemónico de 1964 con Gustavo Díaz Ordaz o de
la elección de José López Portillo de 1976, previo a la reforma política,
cuando compitió sin candidato opositor.
Total que la política apenas rozando el primer mes del segundo piso
de la 4T, es sinónimo de chunga y ya tiene al país convertido en la
cura mundial.