La Viña del Señor
En este sexenio que llega a su fin en días, la figura del cacique
regional fue casi olvidada ante la apabullante propaganda que giró en
torno al culto de la imagen presidencial.
Sin embargo, dos caso actuales le han dado relevancia: el de la
anulación de la alcaldía de Cuauhtémoc en la CDMX; el voto
comprometido de Miguel Angel Yunes Márquez del PAN en el senado
a favor del oficialismo y de que el más político de los hijos de AMLO
Andy López Beltrán, va a la secretaría general de Morena con Luisa
María Alcalde.
En los sistemas políticos híbridos, en los que conviven prácticas
democráticas con autoritarias, la figura del hombre fuerte de poder es
indispensable. Algunas veces desempeña tal rol el jefe militar
triunfante (Fidel Castro en Cuba, Alvaro Obregón en México, Mao en
China, Pinochet en Chile, etc.), el líder del partido o la facción política
imperante (Lenin de los bolcheviques en la URSS, AMLO de Morena,
Lula del PT, Gorbachov en la URSS, Putin en Rusia, Petro en
Colombia, Bukele en El Salvador, Daniel Ortega del FSLN en
Nicaragua, Salvador Allende en Chile, etc.) o el cacique regional, cuya
figura proviene de los pueblos originarios en donde la violencia y la
conquista de territorios y reinos jugó un papel principal en la expansión
de los imperios ancestrales.
Dinastías y caciques
La conformación de clanes o dinastías políticas en donde el poder
político, económico o religioso es heredado, también se ha dado como
fenómeno político en México.
Ahí están las de Luis Echeverría y de Raúl Salinas Solano, cuyas
vertientes desentraña el periodista Ramón Alberto de la Garza en su
libro “Dinastías. Dos familias, una nación” y sus tentáculos llegan a
López Obrador y Carlos Salinas y pasan por Ignacio Ovalle exdirector
de Segalmex, la punta de lanza de la corrupción sexenal, Manuel
Camacho Solís, Manuel Bartlett, Marcelo Ebrard, Ignacio Mier,
Cuauhtémoc Cárdenas, etc.
En cuanto al cacique, señor de horca y cuchillo y cuyo poder local está
al servicio del cacique mayor, que Daniel Cosío Villegas identificaba
como el presidente de la República, el cacique de caciques, podemos
identificar a Luis Emeterio Torres de Sonora en la época porfirista; a
Saturnino Cedillo y Gonzalo N. Santos de San Luis Potosí, a Maximino
Avila Camacho de Puebla, Jorge Rojo Lugo de Hidalgo, Carlos “El
Negro” Sansores Pérez en Campeche cuya hija Layda es gobernadora
de Morena y a la familia Cárdenas de Michoacán, cuyo cachorro de
tercera generación y exgobernador del estado Lázaro Cárdenas Batel,
será el Jefe de la Oficina de la Presidencia con Claudia Sheinbaum.
Gobernadores como virreyes
Como producto neto de la transición democrática y de la alternancia
hacia la derecha de 2000, emergieron los gobernadores como fuerza
política regionales y garantía de gobernabilidad. La CONAGO, que
aglutinaba a los gobernadores del país concentró gran poder de
interlocución con los presidentes panistas ante la orfandad que
representó la derrota de Francisco Labastida y la pérdida de la
presidencia por parte del PRI.
De ese grupo de mandatarios estatales surgió la candidatura de
Enrique Peña Nieto en 2012, identificado con el grupo Atlacomulco del
Estado de México.
También herencia de esa época de cogobierno nació la figura del
PRIAN, cuyo origen puede ubicarse en el salinismo con las
concertacesiones y después en el Pacto por México del PRI, PAN y
PRD para sacar la segunda generación de reformas neoliberales de
gran calado como fueron la educativa y energética que se pretendieron revertir en la 4T, que en el caso de la educativa fue
corregida y aumentada.
En Sonora, el ejemplo más acabado de esa unidad, lo fue el apoyo del
entonces gobernador Eduardo Bours en 2006, vía Elba Esther Gordillo
lideresa del SNTE, a la candidatura de Felipe Calderón.
Bajo los membretes del PRI y de Acción Nacional, se fundaron
caciquismos regionales como el de los Moreira en Coahuila, los Yunes
en Veracruz, los Bartlett en Puebla y los Murat en Oaxaca, que
transfiguró hacia Morena.
A los Yunes, según versión del columnista Ricardo Raphael, se
comprometió Adán Augusto López, coordinador de Morena en el
Senado en desaparecerles las ordenes de captura y respetar su
dominio político en Boca del Río y Veracruz y poner a su disposición al
PVEM para candidaturas, a cambio de su voto a favor de la reforma
judicial.
El caso del caciquismo de Sinaloa, operado a la sombra del crimen
organizado, cuyos enfrentamientos internos llevaron a la ejecución del
fundador del Partido Sinaloense Héctor Melesio Cuén y a la entrega o
secuestro del Mayo Zambada, apenas está por contarse su historia.
La familia Monreal
Tratándose de la familia Monreal y sus andanzas en la grilla nacional y
regional últimamente está dando mucho de qué hablar a raíz de la
anulación del triunfo en la alcaldía Cuauhtémoc de la priísta Alejandra
Rojo de la Vega que se había impuesto sobre la morenista Catalina
Monreal, hija de Ricardo Monreal, coordinador de la bancada
morenista en San Lázaro.
La invalidez de la elección a criterio del Tribunal Estatal Electoral se
debió a violencia de género por parte de Rojo para con Catalina, pero
el doble rasero con que el TRIFE declaró el triunfo de Morena y sus
aliados en la elección presidencial a pesar de la probada injerencia de
López Obrador en la contienda, he hecho levantar las cejas a muchos
observadores, incluso al mismo presidente por lo vago del
fundamento.
Ese asunto con fuerte tufo de atraca volvió a poner sobre la mesa del
debate público el tema del caciquismo que ejerce la familia Monreal en
Zacatecas y que busca trasladar a la alcaldía Cuauhtémoc, a la que ve
como de su patrimonio, pues fue gobernada por el hoy diputado
Ricardo Monreal y en la que impulsó para su alcaldía en 2021 a
Sandra Cuevas, en lo que fue la peor derrota política en la CDMX para
la jefa de gobierno Claudia Sheinbaum, al perder más de la mitad de
sus alcaldías y lo mantuvo en la congeladora durante algún tiempo.
Ricardo Monreal inició su carrera en el PRI, saltó al PRD para ganar la
gubernatura de Zacatecas y desde ese cargo impuso un cacicazgo,
que actualmente tiene a sus hermanos David como gobernador y a
Efraín como senador por Morena.
Caciquismo desde La Chingada
Y el solo anuncio de que Andy López Beltrán se perfila para ser el
segundo de abordo en Morena, hizo ver que desde su rancho de
Palenque AMLO piensa seguir piloteando al partido mayoritario en el
poder, como lo hizo Plutarco Elías Calles durante el Maximato.
Total que esas figuras predemocráticas se han convertido en el prietito
en el arroz de la 4T, como lo son los caciquismos políticos y
sindicales, cuando ya hasta la CTM viaja en el carro de la
transformación, y coexisten con instituciones aportadas por el
liberalismo occidental como el voto libre y los parlamentos y un
presidencialismo avasallador y concentrador del poder político y
militar, como siempre lo ha sido el mexicano.